Hay muchas razones por las cuales puede caerse el pelo de tu perro, puede tratarse de un proceso a natura o que, por el contrario, estemos frente a un problema de salud de nuestro fiel compañero.
A continuación, vamos a explicar las causas más frecuentes por las cuales esto puede estar sucediendo.
La muda y el cambio de estación
La razón principal por la que los perros pierden pelo, es sin duda, el cambio de estación, es decir lo que se conoce como la muda, suele producirse dos veces al año, en otoño y primavera.
Esto sucede porque los perros se preparan para la entrada del frio o del calor, por tanto, es algo completamente normal y fisiológico en la vida de nuestro amigo.
En primavera pierden gran parte de su pelaje para hacer este más ligero mientras que en otoño lo hacen para producir un pelo más espeso que les proteja de las bajas temperaturas.
Así que por mucho que nos parezca enorme la cantidad de pelo que sueltan en está época, lo más probable es que se trate de la muda y lo mas importante, por mucho que lo intentemos, no podremos evitarlo.
Sin embargo, conviene acudir al veterinario cuando esta pérdida de pelo se extienda en el tiempo o aparezcan fragilidad y sequedad del pelo, el desprendimiento de más pelo de lo normal y sobre todo la aparición de calvas, que pueden ser circulares o de forma irregular.
La pérdida de pelo puede concentrarse en una región específica o presentarse por todo el cuerpo.
El estrés favorece la caída del pelo del perro
En esto los perros se parecen mucho a nosotros los humanos, debido a factores estresantes sostenidos en el tiempo puede verse afectado su pelaje.
Se conoce como alopecia areata, un proceso por desgracia bastante común y muy difícil de tratar. La mayoría de las veces, al igual que los humanos, la caída se produce meses después de que aparezca el factor estresante, lo que hace aún más difícil identificarlo.
La alimentación, fundamental para mantener el pelo sano.
La pérdida de pelo en los perros también se puede producir por carencia de ciertos nutrientes,cuya presencia contribuiría al desarrollo de una piel y un pelaje saludables.
Por ello es importante que la dieta de nuestro compañero más fiel sea de muy buena calidad y sobre todo completa y adecuada para sus necesidades.
La queratina, el componente principal del pelo, necesita aminoácidos azufrados para su correcta sintetización. Sin ellos, el pelaje de tu perro podría tardar más en crecer, podría volverse quebradizo y, con el tiempo, podría caerse.
En cualquier caso, una dieta rica en ácidos grasos Omega 3 y 6, biotina, colágeno y vitamina E refuerzan la barrera natural de la epidermis del perro.
Alopecia canina congénita
Aparece desde el nacimiento, y es propia de algunas razas, como el crestado chino, o
trastornos genéticos en razas con pelo.
La alopecia por dilución del color, también llamada «alopecia de mutantes de color», se presenta en perros de capa de color marrón claro o azul, que son diluciones de capas marrón oscuro o negro, respectivamente, como consecuencia de alteraciones en los genes que definen el color.
Por supuesto esto no aparece en todos los perros que poseen esa capa, pero si tendrán mayor predisposición.
Las razas en las que puede aparecer de forma más frecuente son; Dóberman y pinscher, sin embargo, también se reportan casos en muchas otras razas, incluyendo el Yorkshire terrier, dachshund, schnauzer, Irish setter, Chow chow, etc.
Los perros con esta afección nacen con un pelaje normal. Los que tienen un pelaje azul más claro o leonado suelen empezar a mostrar cambios a los 6 meses, mientras que en los perros con un pelaje azul acero más oscuro, los cambios pueden no ser evidentes hasta los 2 o 3 años de edad.
Alergias o parásitos que originan picos en la piel.
Las alergias y los problemas en la piel también entran en este apartado. Por un lado, las reacciones alérgicas del perro en su cuerpo ocasionan que este se lama, rasque o incluso se muerda la zona, de tal forma, que se irrita y el pelo desaparece.
La sarna es uno de los trastornos más conocidos, ya que provoca un enrojecimiento y picor insoportable en la dermis del perro.
Por otro lado, la infestación de parásitos como las garrapatas, los piojos o las pulgas. Si tu perro pierde más pelo en la zona del cuello y la cola, es muy probable que tenga pulgas.
Estos diminutos parásitos pueden infestar rápidamente a un perro e irritarle la piel; ello conduce a un picor o rascado intenso que, a su vez, puede causar pérdida de pelo.
Además, aquellos perros que tienen la piel más sensible tienden a perder más pelo que el resto y son más vulnerables a los roces y a dermatitis.
La gestación y la pérdida del pelo
Tras el parto y la lactancia es frecuente que las hembras sufran una caída exagerada de pelo y el manto de la perra se quede casi sin pelos y se vea mucho la piel. Esta pérdida es transitoria y cuando ha pasado el estrés que supone la lactación y el parto el pelo vuelve a crecer normalmente.
Se produce normalmente por la disminución del calcio y minerales esenciales necesarios para su salud y para mantener el pelo en óptimas condiciones, en estos casos conviene administrar una dieta especial o brindarle suplementos a la mamá.
Alteraciones endocrinas que producen la alopecia
Por último, existen varias enfermedades endocrinas que pueden producir alopecia en el perro.
Normalmente, este tipo de alopecias aparecen de forma simétrica y sin prurito, es decir, no producen picor en la piel, muchas veces la falta de pelo se ve acompañada por hiperpigmentación de la piel y es más común en perros de mediana edad o mayores.
No suele acompañarse de otras lesiones cutáneas evidentes y suele aparecer inicialmente en las zonas de fricción (puntos de presión, vientre, periné, cola).
En cualquier caso, si observas que tu peludo ya no lo es tanto, si tiene calvas, picor, cambios en el color de la piel, acude siempre a tu veterinario de confianza para que puedan llegar a un diagnóstico y por tanto poder administrar el tratamiento más adecuado para tu perro.
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